Todas las recetas electrónicas TRAEN CONSIGO -y porque la misma está “alojada” en los servidores de nuestro sistema- la llamada RECETA “DUPLICADO”, correctamente RECETA DE ARCHIVO. Por lo tanto, y salvo para tratamientos especiales que lo requieran, no es necesario contar con receta de archivo; basta con haber solicitado la receta electrónica.
Si no contás con recetas electrónicas, podés comprar